martes, 6 de diciembre de 2011

Hace una distancia no muy lejana,
esta época estaba de color manzana
con su típico sabor a tabaco dulce.

La casa estaba adornada con sístoles
pegados con tape en las paredes.

Según el temperamento del día,
la resina goteaba por pocos
y trataba de lamernos las piernas al caer.

Bajo el árbol que nunca existió,
cajas y cajas de regalo, llenas de utopías
y señales en el cielo.

La noche fría, como debía ser,
el cielo, desnudo, ideal para
contar deseos fugaces con los
dedos de las manos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno! Feliz navidad y un año 2012 supermega be ndecido. Abrazos!
Recorda si podes tomar una estrella ese es mi obsequio para tí.